Brochazo.
A los cuarenta, la vida se ofrece a la vista como un cuadro puntillista: si no consigues la distancia suficiente, no comprendes su sentido. Cada pequeño suceso vivido es como una diminuta y colorista pincelada.
Lástima que, en ocasiones, la sala del museo sea tan mínima que no nos permita una perspectiva suficiente.
Y lástima también de los brochazos de pintor de paredes.
The watering can , de Seurat.
10 comentarios
jnj -
Juls, me he reído un buen rato con la casuística de tu peregrina teoría acerca del refranero.
juls -
Hannah -
Dices de los cuarenta, pues casi a los sesenta -me falta uno- no te digo nada...
Un abrazo afectuoso a todos.
Hannah
Homero -
marta bouso -
:)
Estepa -
2forgetEmma -
Bel -
un besito
Arioleta -
Un saludo.
Sakkarah -
Un beso.