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A ContraLuz

B & C

Poema de la Por (versión TIC).

 Gracias, de nuevo, Belén y Pedro. Biel está entusiasmado con esta presentación. Y yo también. Con ella, con los cuentos por entregas para la hora de dormir, con los entrañables ositos picarones de peluche...; pero, sobre todo, con vuestra constante atención.

Y sé que hablo por boca de más de uno. "Paraula de Stone".

 

Pequeñas princesas.

Pequeñas princesas.

Pequeñas princesas las hay innúmeras en los cuentos, pero a la única real a quien conozco le dio nombre patricio el príncipe, su hermano, hace ya más de seis años.

Cada día la veo crecer más y más y, aunque nunca dejará de ser princesa, pronto, inexorable, imperceptiblemente, sin que me haya podido dar cuenta yo, habrá dejado de ser pequeña . Sin duda que ahora ya no me necesita mil veces al día; pero, antes de que mi pequeña princesa sea consciente de su creciente autonomía, aún me queda mucho tiempo que perder, ganándolo junto a ella. Esta imagen, por ejemplo, es el último cuarto de hora que, sentada ella sobre mis rodillas, hemos perdido y ganado juntos.

Biel: 'Poema de la por'

Biel: 'Poema de la por'

Recuerdo vivamente lo primero que dije a mi hijo recién nacido: has de ser de letras y del Barça. Nueve meses deseando que fuese una buena persona y, con la emoción del momento sólo acierto a decirle eso...

Ahora, tras nueve años, el poco afecto blaugrana de que es capaz se debe tan sólo a una consecuencia natural del afecto que me tiene a mí y a sus amigos. En realidad, a él, eso del fútbol ni le va ni le viene.

En cuanto a las letras, lo que yo había imaginado como entelequia, en el sentido filosófico —aristotélico— del término, se va quedando, a todas luces, justamente en una entelequia; mas en el sentído irónico de la palabra. Sin duda, prefiere las mates al caste —en casa del herrero, cuchillo de palo—.

No obstante, desde hace un tiempo y de forma esporádica, Biel se sienta ante una hoja en blanco armado de bolígrafo o lapicero y escribe un cuento. O un poema, como éste.

Quién sabe, después de todo, si ahora se dan estos antecedentes, acaso haya en el futuro unos consiguientes y lo esporádico ya no sea tal.

Definitivamente, he revisado mi deseo: ojalá sea un hombre de ciencias humanista.

M’em vaig al llit,
per quedar-me adormit.
La foscor
em fa molta por.

Ah! sóc enmig d’un bosc,
ple d’aranyes i llops.
Cada vegada que cau una fulleta,
em mossega una aranyeta.

M’he trobat un castell,
habitat només per un vell.
Socors! el vell em vol matar,
a que trec el meu drac domesticat?

Ui, quin espant!
aquell somni ja m’estava espantant.
Però encara han quedat marquetes,
de les mossegades de les aranyetes!

Gabriel

 

 

Món llibre 2008.

Món llibre 2008.

Mis lectores favoritos: Biel y Clàudia.

Magia, títeres, cine manga, ceras de colores, pecés, tebeos, cuentos... Lo que sea necesario para descubrir cómo el halo de la luna se nutre de lágrimas humanas. O cómo la pesadilla que mora tras la oscuridad de tu armario entornado acaba arropándose bajo tu manta y tu consuelo. O cómo una desvalida niñita transforma a tres misántropos bandidos en filántropos pioneros. O cómo una vez, no hace mucho tiempo, parece ser que hubo un oso en tierra de leones. O cómo una araña, un pájaro, un gato, un perro, una cabra y una vaca invierten el sentido de las muñecas rusas e intentan rescatar a la mosca que la abuelita se tragó... O cómo Don Quijote o Tirante El Blanco son también héroes infantiles.

Libros y más libros, en fin, para disfrutar de un festivo e infantil domingo barcelonés, antesala de Sant Jordi.

Y llovió tan poquito, tan poquito, que nada se aguó: ni el suelo ni la fiesta.

Hasta el año que viene, por supuesto.

Els fantasmes extranys.

Sí, con equis. Es como Biel ha titulado este cuento con el que hoy me ha sorprendido. Ya le he advertido acerca de los errores ortográficos que contiene, pero no he querido enmendarlos para mostrar con orgullo el escaso desacierto con que mi hijo se maneja en las lides propias del escribiente, ahora metido a escritor. Ojalá me funcionase el escáner para mostrar, con orgullo también, la excelente caligrafía sobre la que transita esta historia de extraños fantasmas. Yo la transcribo aquí tal cual, salvo por alguna coma variada a punto y coma.

Vengo de corregir un sinfín de exámenes y trabajos de 2º de ESO y de 1º de Bachillerato y, pese a que en general puedo darme muy por contento con los resultados que los alumnos han obtenido, ya quisiera para más de uno un grado de coherencia y de cohesión textuales como el aquí logrado. Vale, soy el papi y me pierde, pero... helo:

Hi havia una vegada una família de fantasmes que es deien: el més petit, Rufus; el seu germà gran, Napoleon; la mare, Mariana; i el pare, Xabaley. Tots quatre eren bons, però a les nits de lluna plena, entre les 0.00 h. i la 1.00 h., es feien dolents. Tots quatre vivien en un castell, en una habitació plena de teranyines, poca aigua i poc menjar. Un dia abans de cap d'any un home que es deia Terrassi i una dona que es deia Preiraca es van anar a aquell castell per preparar una festa de cap d'any, i resulta que aquella nit era de lluna plena i es van tornar dolents. Els fantasmes van encantar a en Terrassi i a la Preiraca. Tota la nit es van quedar dormits. No van poder preparar la festa!

Quant es van despertar ja eren casi les 22.00 h. de la nit, i en Terrassi li va preguntar a la Preiraca:

- Ja no ens dona temps d'acabar la festa. Com ens ho farem?

- Doncs, no ho se.

Aquella nit ja no era de lluna plena. Els convidats es van queixar perquè la festa no estava a punt. Aleshores van venir en Rufus, en Napoleon, la Mariana i en Xabaley per ajudar-los. Van fer una obra de teatre gratis amb pallassos, tonteries, etc. A en Rufus li va tocar fer domesticar a la Mariana; a en Napoleon, malavarisme; i a en Xabaley li va tocar obrir una porta i que li caiguès una galleda d'aigua al cap (als fantasmes no els hi fa mal). Tots es van petar de riure!

Conte contat aquest conte ja s'ha acabat.

Final diseñado por Biel

Final, diseñado por Biel.

Cazadores de dragones.

Cazadores de dragones.

No es clase extinta la de los cazadores de dragones, lo sé con más seguridad que un gallego sabe de meigas: ¿"no creo en ellas, pero haberlas, haylas" ? Yo sí creo en ellos -en los dragones y en los cazadores, digo-, aunque no recordaba que tenía uno tan bueno en casa. Y es que más simple fuese decir: puede y haberlos, haylos.

En el parque.

En el parque.

Inmanuel Kant escribió

Dormía y soñaba que la vida era bella; desperté y advertí que la vida era deber.

Y en el deber con los hijos, digo yo, advertimos gozosamente que la vida es bella, aunque a menudo te quiten el sueño.

No sé si nuestra vida aumenta o no cuando conseguimos llevarla a la memoria de los demás -algo así decía Montesquieu-; lo que deseamos, cuando de los nuestros se trata, es que, al hacerlo, sea la suya la que aumente.

Biel.

Biel.

Hay muchas razones superpuestas por las que mi hijo se llama Gabriel y lo llamamos Biel. En primer lugar, es eufónico (de no serlo, el resto hubiese dado igual). Gabriel, sobre todo por Gabo, por quien -de la mano de Salva, mi profe de literatura durante los años mozos del insti- me quedé definitivamente instalado en el amor al Arte cuyo instrumento es la palabra. Gabriel, porque es el arcángel que se aparece en sueños a Ruy Díaz y constituye la única referencia sobrenatural que se da en todo ese vasto y admirable poema que es la primera manifestación literaria conservada de la lengua castellana. Gabriel, porque, no siendo extraño, es poco frecuente. Y Biel, porque se me antoja más dulce que Gabri o Gabi. También porque es más catalán: sabido es que, para las formas hipocorísticas, el castellano prefiere la apócope, mientras que el catalán da preferencia a la aféresis.

No deja de tener cierta gracia que me gustase tanto el nombre de Biel, siendo como soy lingüista. Biel es un metaplasmo, es decir, hay en el origen de la palabra una incorrección de su forma léxica. Concretamente, se trata de una metátesis simple a distancia. Parece ser, aunque como hablante me cuesta creerlo, que hay una cierta comodidad en la realización fónica de Grabiel -por Gabriel- y de ella viene la forma abreviada Biel.

En fin, desde el punto de vista que ofrece el presente, después de nueve años: Biel -Gabriel- se llama así, porque no podía ser de otra manera. Porque Biel -Gabriel- es él.

Y lo quiero un montón. Y por eso hoy nos hemos ido a celebrar su santo con hamburguesas, con Doraemon y dinosaurios, con atracciones mecánicas y con monitos que cuelgan de palillos.

 

tEzTiMuMoL 

5 añitos.

5 añitos.

tEzTiMuMoL 

 

¡¡¡ FELICIDADES, CLÀUDIA !!!

Mi preciosa princesita cumple hoy 5 añitos.

El lobito bueno.

Estos días, en mis clases de lengua, les estoy pidiendo a mis esitos primerizos que memoricen el celebérrimo poema de José Agustín Goytisolo Ërase una vez.

Recuerdo que siendo bebé Clàudia, y antes Biel, los acunaba en brazos o en mi regazo mientras, con la melodía aprendida de Paco Ibáñez, se lo cantaba a cau d'orella, la voz en apenas un débil hilo, pero impostada con el tono más grave de que era capaz.

Les gustaba así. Tanto, que tardaban una eternidad en dormirse.

Clásicos musicales en 3D.

Andan trasteando por aquí mis dos niños. De modo que, aprovechando la coyuntura -me adelanto a lo de 'si no puedes con el enemigo, únete a él'-, dejo de trabajar, abro la bitácora y los pongo a colaborar en un artículo: éste que ahora parimos.

Algo facilito. Sigo la línea de youtuberos vídeos musicales y les invito a elegir. Aquí va el que elige Clàudia:

Este otro es el elegido por Biel.

Ya imagino que Biel ha elegido este vídeo no precisamente por la canción, sino por el impacto visual del final; pero me ha hecho ilusión que optase por una canción que a mi lado reinona le gusta tantííííííííísimo.

Gloria Gaynor, Eartha Kitt, Gladys Knight & The Pipes... han cantado este temazo. Y hay además versiones para todos los gustos; desde las versiones en castellano de Celia Cruz o José Feliciano a la más reciente de El Sueño de Morfeo; o de la desaceleradísima versión acústica de los REM a alguna que otra pasada de vueltas -no recuerdo si de Gob o de Ska-P.

Domingo en el zoo.

Domingo en el zoo.

Tras tanta lluvia durante días, el primer rayito de sol parecía regalar una inexcusable oportunidad para hacer algo especial, más allá de unas horas de paseo o de parque o de consuetudinarias -aunque divertidas- actividades del día a día con los niños.

No sé hasta qué punto puedo llamar 'especial' a una salida al zoo.  Lo he visitado ya bastantes veces como para plantearme el valor de la ponderación; de mi última visita no hace ni dos meses: fue en calidad de profesor acompañante en una salida para los esitos primerizos.  Empero, acaso no es menos cierto que las circunstancias hicieron del día una jornada especial -lo hubieran hecho cualesquiera otras que hubieran sido-.

Biel y Clàudia, con dos de sus amiguitas del cole, Carla y Clàudia, en un entorno para ellos distinto, rodeados -fuera mejor decir rodeando- animales salvajes, admirados en numerosas fotografías de libros escolares o de aventuras, en un sinfín de películas y dibujos animados.

El león dormía su poco menos que sempiterna siesta -hala, papa, duerme 20 h. al día, el tío- y, pese a su tendida majestuosidad, no es de extrañar que a ojos de los niños ese día no fuese el Rey -total, tampoco era la selva-.  La pantera negra era Bagheera; el tigre, Shere Khan; alguna enormidad de pitón, Kaa -no recuerdo que oso alguno fuese Baloo y el lobo no se dejó ver, pero de haberlo hecho, no hubiese sido Rama, pues en el imaginario infantil puede mucho más el feroz travestido de abuelita-.

Habrá que repetir en otra ocasión.  Sin duda, merecerá la pena.  Habrá cuatro pequeñas miradas que volverán a escudriñar formas y colores, plumajes y pelajes, movimientos ágiles y torpes y pesados movimientos...  Cuatro pequeñas miradas, algo menos pequeñas entonces, que volverán a consensuar a los delfines como auténticos reyes del espectáculo.

Escojamos un personaje.

lA eLECCIÓN dE cLÀUDIA:

Papá, 'Chalirrive' se reía así porque era viejito; cuando niño, se reía como yo.

lA eLECCIÓN dE bIEL:

A ver si encuentro por fin el momento de llevarte a Teruel.

lA eLECCIÓN DE mAMÁ:

Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.

lA eLECCIÓN DE pAPÁ:

[...] -Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano.

[...] - ¡Ay! -respondió Sancho, llorando- No se muera vuestra merced, señor mío, [...] porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía.  Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores.

CLÀUDIA.

Con un poco de azúcar esa píldora que os dan pasará mejor.

Nota de papi: Y si es cierto que el ser feliz un truco es al fin, Clàudia y Biel son mi mejor truco.

BIEL.

BIEL.

 SonrienteAquí solo aquello que mis niños quieran.Burla

EL MEU PAPA, LA MEVA MAMA , LA MEVA GERMANETA CLÀUDIA I JO (EL GABRIEL).

Niños.

A veces, tras unos momentos participando de la ilógica de su conversación, la contundencia de una obviedad sorprende y atrapa, estira naturalmente ambas comisuras y dibuja en papá una sonrisa que nace de muy adentro.

Clàudia tiene cuatro años y un pequeño juego de figuras heredado de antiguas, y aun recientes, diversiones de su hermanito mayor, Biel.  Una casita con carreta y tarros de miel a la puerta y famosos personajitos con que da rienda suelta a la imaginación: Pooh, Piglet, Tiger, Igor -falta Conejo-.

-Papi -dice mientras sus manitas sostienen los tarros de miel-, ¿es nene o nena?  

-Eeee..., pues no sé.

-¡Hombre, papi, si son de color lila..! -Parece algo defraudada al tiempo que ansiosa.

-¡Ah, sí!, nena.  Es nena -sentencio seguro de mi acierto.

-¿Y este?

Papá, entonces, no está seguro de si el masculino gramatical acabado de oír implica una ya de antemano elección de sexo: -Nene -digo.

-Bien, papi.  -La carreta, efectivamente, no es sino carro.  -¿Y este?  -Le ha llegado el turno a Piglet.

-Pues este, claro, es nene.

-¡Hala, papi, si es rosa!  Ya no hay ansiedad, solo decepción.

-Pero, Clàudia, casi todos los cerditos son rosas.

-Ya.  ¡Pero este tiene piernas!  -Mayor decepción aún.

-...Como todos los cerditos.  Todos los cerditos tienen piernas, cariño.  -Suerte que estamos los padres para enseñar lo que haga falta.

-Papi, ningún cerdito tiene piernas.  Los cerditos tienen patas.  Sólo este tiene piernas.

No hay remedio, la lógica de la ilógica.  Ya se me han estirado las comisuras y, claro, Piglet es nena.  Poco o nada importa que se trate de material sintético aprobado por la normativa europea.  No es un mundo material sino imaginario.

Y el género gramatical no suponía un indicio de sexo real.