Amigotes, o sea los de toda la vida.
¡Y cómo se les quiere!, aunque la vida y sus cosas te dejen a distancia demasiado a menudo -a alguno más que a otros, en tercera acepción-. Sin embargo, no hay distancia quilométrica que valga. Aun cuando alguno esté en la frontera sur de Catalunya o en tierras charras, todos se encuentran apenas a un latido del corazón. ¡Joder, que son muchas ya las hojas del calendario que hemos visto pasar desde los tiempos del instituto!
Somos cuarentones. Somos, según sentir esencial de la sociedad, chupópteros del Estado: todos funcionarios -de Educación, de Justicia o de las Fuerzas del Orden-, excepto dos, que alguien siempre tiene que haber que dé y no coja. Somos, a los que nos gusta el fútbol, culés hasta la medula... Somos, lejos de cuestiones epidérmicas, grandes amigos. Y en buena parte, ya en el mediodía de la vida, somos lo que somos porque llevamos la mitad de ella precisamente siendo grandes amigos.
Y lo seguiremos siendo hasta que, pasadas otras tantas o más hojas del calendario, alguien venga a llorar o a bailar sobre nuestras tumbas -en fin, a mí me habrán de incinerar; pero no es más que un dicho-.
8 comentarios
Armando -
Juanjo -
¡Qué guay el lema con que rematas tu comentario! Parece el eslogan publicitario para una peli de polis.
Armando -
Juanjo -
Sé fehacientemente de alguno que ya ha visto el 'post' esta mañana y mira tú si ha aparecido.
rim -
Juanjo -
Juanjo -
Juanjo -
¡Dita sea! Faltan 5' para el final del partido y los pericos ganan 1-2 en Mestalla.