Para ganarle algo de tiempo al tiempo.
La última entrada escrita por mi querido amigo Jrd en su bitácora hacía referencia a la más insidiosa lacra de la modernidad: la falta de tiempo.
Otro buen amigo, Iván, me ha dado a conocer una serie de simples trucos con los que ir ahorrando unos minutillos. Después de todo, a cualquiera le gusta ganar tiempo para luego poder tranquilamente perderlo.
TRUCO 1 o cómo pelar patatas en un santiamén.
TRUCO 2 o cómo tranquilizar al bebé en tiempo récord.
En fin, son los sprintcuts. Tienen la estética propia de los programas que la tele emite a esas indefinidas horas en que los noctámbulos se despiden entre sí dándose las buenas noches, mientras que los primeros trabajadores se desean buenos días al salir a la calle. En cuanto a sus contenidos, acostumbran a tener un ámbito doméstico: abrir botellas sin abridor, desvestirse, enfriar latas de refresco, pelar huevos duros, atarse las zapatillas... Los hay que sorprenden, pero también los hay que ¡pse!
De todas formas, si decidís que los sprintcuts son una pérdida de tiempo y, por tanto, pervierten su propio sentido; o si no creéis que vuestra rutina sea tan atareada..., pues nada, total, Augusto ya sentenció sabiamente: Festina lente —en realidad, el emperador citaba el adagio griego equivalente: Speude brades—, lo cual viene a ser más o menos aquel vísteme despacio, que tengo prisa que todos hemos oído decir a nuestras madres y abuelas desde los tiempos de Napoleón —o de Carlos III o Fernando VII, que a todos se les atribuye la expresión—.
5 comentarios
Juanjo -
Besitos patológicos.
Bel -
Al final, tantas prisas y acabamos como el refrán, visteme despacio...
besitos
Juanjo -
Jrd, si recuerdas el truco, me lo chivas. De todas formas se ahorra más tiempo dando por buena la idea de Adolfo Domínguez de que la arruga es bella.
Besos a ambos, "písimos".
jrd -
Buen fin de semana wapísimo!
Sakkarah -
De todo se aprende, y de esto también.
Un beso.