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A ContraLuz

Gramática parda.

No se me asusten, que estas líneas no pretenden ser un ensayo paremiológico, por mucho que la expresión que da título a este artículo sea paremia habitual en el acervo del castellano peninsular.

El DRAE define la expresión coloquial como la habilidad para conducirse en la vida y para salir a salvo o con ventaja de situaciones comprometidas. Es decir, la gramática parda no se aprende en la escuela, sino en la calle: tretas, ardides, mañas...

  

Lo de 'gramática' le viene a la expresión del valor metonímico con que éste vocablo significa 'estudios'. Lo de 'parda' tiene más enjundia. La primera orientación al respecto la encontramos ya en el Tesoro de la Lengua Castellana o Española, de Sebastián de Covarrubias:

PARDO. Color, que es el propio que la oveja o el carnero tiene, y le labran y adereçan, haziendo paños dél sin teñirle. [...] El vestido pardo es de gente humilde, y el más basto se llama pardillo.

De hecho, hoy el DRAE trae como primera y última acepciones a 'pardal':

1. Se dice de la gente de las aldeas, por andar regularmente vestidas de pardo.

7. coloq. Hombre bellaco, astuto.

Y en la entrada 'pardillo', antes del dícese de la persona incauta, que se deja estafar fácilmente, que figura como segunda acepción, hay anotada la de aldeano, palurdo -que es adjetivo dicho por lo común de la gente del campo y de las aldeas para calificarlas de toscas o groseras.

Efectivamente, ya lo dice la sentencia: Hombre de capa negra, ciudadano; hombre de capa parda, labrador o trabajador. Y en la literatura de nuetros siglos de oro, las escenas en que estudiantes doctos imponen sus intereses o ridiculizan a lerdos rústicos son tan abundantes como aquellas otras en que rústicos camastrones esgrimen su gramática parda para dar una lección de vida a ilusos estudiantes.

Siempre me hizo gracia lo que, acerca de esta indocta ciencia, decía acertadamente Fernán Caballero -que, como se sabe no fue Fernán y menos aún caballero- . Según la escritora, la gramática parda posee tres reglas capitales: ver venir, dejarse ir y tenerse allá.

A mí nunca se me dio bien eso de verlas venir; siempre todas me han embestido frontalmente. Sí que a veces me dejo ir; pero las más, me tengo allá. Acaso por ello la mía, más que gramática parda, sea la gramática del pardillo.

2 comentarios

Juanjo -

Sé que no 'debo ser' tan pardillo, pero 'debo de serlo', en realidad. Recuerdo, por ejemplo, unos cuantos casos de contubernio en distintos centros, que ni olerlos... Y en un par de ocasiones en que me llegaron a salpicar (a mí, que me tengo allá), me enteré sólo cuando alguien me señaló la mancha con el índice.

50,5 -

Tan pardillo no debes ser. Dos de las tres reglas cumplidas no es un mal resultado y lo de las embestidas frontales creo que es de fácil solución. Sólo hace falta que te fijes más para verlas venir. Peor sería si vinieran de lado o por la espalda.

milb7777