Adiós, verano (III): Mojácar.
La foto en el mirador, me ha hecho recordar una que nos tomamos en las alturas parisinas de la torre Eiffel y que, allá por el mes de abril, Biel eligió para subirla a esta bitácora.
Un pueblecito para el recuerdo: (perdóneseme el mal chiste cancionero, pero) Mojácar galopa y corta el viento. A lomos de su colina, se deja ver desde la distancia almeriense. Fea, muy fea al principio, desde tan lejos; pero te aproximas, asciendes, te instalas y desprende sobre ti el embrujo de su tarde y su noche estivales.
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