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A ContraLuz

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Amsterdam es una ciudad encantadora, aunque el adjetivo no sea a mi conveniencia, pues me otorga el papel de sierpe encestada. Con todo, sus encantos han de quedar acaso para posibles líneas futuras. De lo que aquí quiero hablar, y la falta de tiempo ha impedido hasta este breve respiro que me permito, es de fútbol. ¡Joder, que uno es culé hasta la medula y no hay más hostias!

Me explico. No es que la ciudad holandesa sea churra y el balompédico oficio, merina; ni viceversa. Sucede que el Real Madrid - Barça me pilló en sus calles, o en sus canales, que en Amsterdam es decir lo mismo.

Tres noches con sus días dan para conocer suficientemente los tesoros paisajísticos y culturales que guarda la ciudad. Por ello, no es lujo haberse reservado un par de horas futboleras, máxime y a toro pasado, habida cuenta de cómo se desarrolló el partido y, sobre todo, del marcador final.

A las 19.30 h. del sábado, Montse y yo abandonábamos religiosa y momentáneamente nuestro callejero deambular para dirigir nuestros pasos hacia los siete televisores, inclusa una pantalla gigante, que nos aguardaban en un bar de una calle aledaña del barrio rojo.

No sé exactamente qué gol o qué jarra de cerveza en la acumulación de unos y otras sería el o la que dio con nosotros de pie en los taburetes junto a la barra desgañitándonos con el himno del Barça a través de nuestras insuficientes cuerdas vocales. Más bien sería la acumulación de acumulaciones. Tampoco estoy seguro de si fue la animación que dimos al bar o la euforia que se adueñó de nuestros rostros o, de nuevo, todo ello a una, lo que puso la guinda a la que por siempre ha de ser inolvidable velada: el camarero hizo surgir de los altavoces el We are the champions, de The Queen. ¡Qué gesto tan majo, majete! La proliferación de [χ] fue de su agrado, pero a buen seguro no entendió qué le decíamos, sino acaso por nuestras miradas sorprendidas y cómplices.

Me apresuro a publicar estas líneas —pido perdón, si errores conllevan—, pues mañana —esta noche, de hecho— la noticia futbolística, la noticia culé, será ya otra. Espero que del mismo signo.

En fin.

12 comentarios

Juanjo -

Atb, y mucho más después de ver que paseas por aquí.

Juanjo -

Bel, aun así, yo también :p
XX

Por cierto, ayer me preguntó por ti la Reyes, de 2º.

atb -

qué guapos estais y qué felices se os ve ... !!! ;-)))

bel -

pero qué pesados con el fútbol!!! Intento huir, pero casi no hay manera. Hasta da gusto ir a estudiar en el silencio obligado de la biblioteca, sin largueros.
:D
aún así, sabes que te quiero :P
xx

Juanjo -

Sin duda, aunque llega con retraso.

Gracias, majete.

NB -

Enhorabuena, la Liga es vuestra.

Juanjo -

SAK, gracias. Ya lo muestro, orgulloso de tu cariño.

Muy grande, el beso.

Juanjo -

MÍA, llegas a mí y me conforta, por saber que, un poco, yo también he llegado a ti en estos indeseables momentos.

Besos.

Sakkarah -

Hay algo para ti en mi blog.

Un beso muy grande.

mía -

Un abrazo que me colme de estos triunfos!

Y que te haga sentir

que siempre llego a ti

besos

Juanjo -

Empiezo a creer que sí, que, efectivamente, gana el mejor. Lo mismo a favor que en contra del árbitro.

Soy goloso sobremanera (chusmo, que diría mi abuela). Pero, ¿sabes? el merengue es el único dulce que no me gusta. Toda una casualidad que nada tiene que ver con el fútbol.

Rectifico: el cabello de ángel tampoco es de mi agrado.

Aunque no todo está perdido: tú tiras a rubia, eres del "Madriz" y me gustas.

Besos blue curaçao y granadina. Con azúcar en el borde de la copa.

Sakkarah -

Ejem, haré como que no lo he leído, jajaja.

No, me alegro por vosotros. Gana el mejor.

Muchos besos.